Por los años 50, en las afueras de la ciudad de La Serena y en dirección de lo que hoy en día es la población Las Compañías, se ubicaba un campamento de gitanos provenientes del norte, era un contingente numeroso y en que abundaban bellísimas mujeres, las cuales se mantenían sometidamente dentro de sus carpas. En una de ellas, se encontraba la muchacha mas hermosa de todas, la hija del patriarca de la comunidad, que acostumbraba, a escondidas de su gente, salir a recorrer cada ciudad que visitaban, desobedeciendo las estrictas ordenes que su entidad sancionaba con la mismísima expulsión del campamento. Pese a todo el peligro que significaba su capricho , aquella muchacha salió a recorrer las calles de la ciudad, sin temor alguno conversaba con los transeúntes, hasta que se fue perdiendo por las calles, ya alumbradas por faroles que le advirtieron lo tarde que era, entonces emprendió fugazmente su regreso al campamento, pero al llegar a la desembocadura del rio Elqui vio venir una muchedumbre enfurecida de gitanos, encabezada por su padre, al advertirla quedo plasmada, quieta espero su sanción,. Como era de esperar, primeramente la insultaron, retaron y abofetearon, desterrándola del campamento para siempre. Ella lloro amargadamente al costado del rio, quedando completamente sola, sin otro lugar a donde ir siguió al rio hasta el mar desapareciendo de la ciudad y de la comunidad gitana. Sin embargo de vez en cuando en aquel sector en donde ahora hay un puente, en algunas noches de media luna y cuando no hay campamentos de gitanos, se ve correr apresurada a una bellísima gitana en el lugar vacio y al no encontrar a nadie se sienta a esperar que la perdonen y asi no se siente sola.
El mito acontece a fines de los años 80 , precisamente en la población La Antena, en el lugar eriazo al costado de la carretera, sitio que estaba destinado a la realización de juegos populares y destino infaltable para la colocación de circos itinerantes.Esencialmente en aquellos años llego un circo que traía como gran atención elefantes, animales inconmesurables y provablemnte poco vistos por pobladores y totalemnte desconocidos para los niños circundantes al circo. Por ende acudían diariamente a visitar al circo, aunque fuese en horarios de no atención al público, además era común que los niños se entretuvieran lanzando objetos y dando de comer a los animales, que acongojados por tantas visitas y molestos por sus precarías condiciones de mantenimiento, se alborotarán un poco o por lo menos se pusierán nervioso.
Entonces una tarde cualquiera, Nicolás, un niño cualquiera, de casas aledañas al circo, fue a visitar a los animales y apreciar aquellos seres inimaginables para su mente, pero en el trayecto fue tramando su gran odisea, más bien una gran aventura que lo haría glorioso, y eso no era nada más que dar de comer al elefante, que sin duda aluguna era el más temido por todos. A la zasón tomo una manzana del almácen de la esquina, con las dos manos la sostenía temerario y feliz por lo que conseguiría. Sin embargo al presenciar al elefante, dimensionó lo fastuosos del animal, pero aún así saltó las vallas de protección, corrio directo a su trompa y extendio sus manos. Sus amigos y todo público expectante, no podía creer que fuese capaz de aquello, y sin duda quedarón atonitos cuando el elefante lo tomo por la cintura lanzandolo por los aires, samarreandolos por los suelos y desarmandolo por completo.
Desde aquel día, algunas noches se ve difusamente a un niño corriendo con una manzana en sus manos , sonriendo, feliz en medio del polvoriento terreno, en donde ya no visitan circos.
El mito se desarolla en el cementerio municipal de La Serena, específicamente en el lugar destinado al sepulcro de los bnomberos caídos en servicio, en donde se erige una escultura de un bombero con manguera de incendios, a unos tres metros del suelo, mirando al horizonte.
El mito acontece en el momento en que transeuntes irrespetuosos pasna por el costado del mismos sepulcro en una actitud desconciderada frente a la vida, entonces en aquel preciso momento de desprecio de la gente, desde la estatua ergida comienza a salir agua inexcusablemente, se mojan las cabeñeras de lso groseros pasantes.
El mito se encuentra arraigado en nuestro imaginario culrtural. La novia es aquella que sale al camino en búsqueda de la felicidad, hacía su amado que le espera en la iglesia, para concretar el amor de los dos. Es en el momento justo en que cruza la calle a la hora acordada para contraer matrimonio, que por lo general es a las 9 pm y un día sábado, pero en el momento de bajarse del autómovil, que la llevaba a la cita, sufre un terrible accidente fatal, pues ortro vehículo la arroya, lanzándola estrepitosamente a los pies de su novio, a quien la novia contempla desconsoladamente, con el rostro incierto, pávido, tristemente desconsolado. En fin ella muere a los pies de la iglesia , justo a la hora de la boda y cruzando a los brazos de su amado.
Se suele relatar que de vez en cuando, algunos días grises, o noches heladas, solitarias, y de penumbras, aparece aquella novia, buscando a su amante, esperand cruzar cruzar la calle frente a la iglesia, mirando a los vehiculos pasar, buscando a quien le indique donde esta su amor, pidiendo ayuda para enlazarse en matrimonio, con el rostro acongojado, los ojos exaltados de llanto, perdidamente desconsolada en medio de la calle.
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