EL GUATÓN DE LA FLAUTA ( PASTEL OLEO)
EL PERRO QUE FUMA (TÉCNICA MIXTA)
LA SEÑORA DE LAS PIEDRAS (ACRÍLICO)
Corria la decada de los 50 en las céntricas calles de la ciudad de La Serena, lugar por el cual se veía circular a diario una ancianita de avanzada edad la cual muy bien vestida se dedicaba a recorrer sin cesar el centro serenense. Esta ancianita era objeto de burlas de los peatones quienes como “broma” le decían a la abuelita “Vaya a trabajar señora !!! “. La abuelita se enfadaba al escuchar los gritos q iban y venían todo el día, respondiendo sin excepción con piedrazos a cada uno de los bromistas. Sin lugar a duda lo que mas llamaba la atención de aquella mujer era que siempre tenia una bolsa llena de piedras, demostrando claramente que nadie se salvaría de un piedrazo. EL NIÑO VARGAS ( ACUARELA)
La historia cuenta por el año 1930 que un niño muy humilde, de familia pobre y muy sacrificada salia a vender por el centro de la ciudad todos los dias "humitas" cocinadas por su madre. esto era la única forma de obtener dinero y tener algo para solventar los gastos del hogar.
Un dia como todos en que salio a ofrecer su producto familiar fue asaltado, secuestrado y posteriormente muerto.
A los días de su desaparición su cadaver apareció en la rivera del Río Elqui. por este motivo se montó una animita en su memoria en la cual los ciudadanos le pedían mandas.
La animita desapareció con una crecida del río en un invierno.
EL GUATÓN FLAUTISTA ( PASTEL GRASO)
Típico y ya intrínseco mendigo de las calles céntricas de la ciudad de La Serena, cuya característica reconocible y que lo hace único es su enorme tamaño y gordura.
Es común verlo comiendo alimentos que le son entregados por vecinos conmovidos por su estado de vagancia, y sobre todo por sus “kilitos demás” que lo dificultan enormemente en su caminar.
La segunda parte de su apodo viene tan solo del hecho que siempre es acompañado por su flauta, la cual, “echado” en las soleras y puertas del centro, la toca sin cesar como si fuera todo un artista y músico, lo que a decir verdad su show provoca risas irónicas y sentimiento de lástima, ya que es la forma por la cual busca ganarse algunos pesos de los peatones que día a día transitan por las calles céntricas de la ciudad.
EL POLACO (POLICROMOS)
El polaco fue sin duda uno de los personajes urbanos más conocidos y extraños de la ciudad de La Serena.
Junto a su esposa “Los Polacos” huyen desde su país natal el cual ocupaba en ese entonces un papel protagónico en la Segunda Guerra Mundial.
No existen antecedentes claros sobre su emigración a nuestro país ni menos el motivo por el cual recalaron en esta ciudad; solo es sabido que llegan entre la década del 40` y 50`, en donde posterior a su llegada son rápidamente reconocidos e identificados por los serenenses.
Llegaron prácticamente con “lo puesto” por lo que las calles y la rivera del Río Elqui se convierten en su lugar de refugio. Al ser indigentes destacaban del resto por ser personas muy aseadas y limpias, aunque sus ropas estuviesen estropeadas o rotas siempre las lavaban y parchaban, tratando de ocultar lo más posible su situación. Recibían de forma muy agradecida alimentos, abrigo, pero se incomodaban cuando se les ofrecía limosna o dinero, el cual no lo recibían.
La principal característica que llamaba la atención de esta pareja era su comportamiento y reacción al sentir y observar el paso de cualquier avión o avioneta que sobrevolara la ciudad, con lo cual gritaban y se tiraban al suelo como si estuvieran en pleno bombardeo en Europa.
“Sin lugar a duda la Guerra los marcó de por vida pero supieron mantener por siempre su dignidad…”
1 comentario:
Un pequeño aporte a esta leyenda : Con mis hermanos los vimos cerca al canal bellavista y mas tarde mis primos nos comentaron que estaban cercano al faro, recorrían la playa porque en esos años se usaba la rastra dejando algunas jaibas que ellos tomaban, en esos años la avenida del mar no existía, solo el faro, el cuadro de locales, de cuatro de 4 esquinas que dio nombre al sector y el casino muy pequeños con el hipódromo detrás. Se decía que la polaca y el polaco se trasladaban muy rápido muchos les atribuían ciertos poderes incluso tecnológicos. de echo aparecían y se retiraban siempre muy sutilmente hasta un día que no se les vio nunca mas.
rubios de ojos claros, con ropas parchadas pero muy limpios siempre juntos.
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